Todas esas experiencias me aportaron unas valiosas enseñanzas. Y puedo estar con la conciencia tranquila porque siempre he actuado honestamente. Eso permite estar en Paz con uno mismo.
Así que este Peregrino, después de una experiencia agridulce, se levanta y reemprende el Camino, Su Camino, sabiendo que lo que le ha pasado es lo mejor que podía haberle pasado. Sonríe contemplando la Paz de su Corazón y ve delante suyo el Camino abierto lleno de posibilidades en el Amanecer del Alba. Porque ha vuelto a Amanecer para él. Se recuesta en un campo de hierba verde y siente la Vida en todo su alrededor.

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